El pasado día 31 de Julio asistimos al XIII triatlón de Villanueva del Río y Minas, denominado como “Triatlón Minas de la Reunión 2010”. Esto supuso la segunda prueba de este calado para 2 de nosotros (Javi y Luis Daniel Galiano) y el bautismo de fuego de 2 de los más fieles componentes del club, Juan Pablo y un servidor (David). La tarde empezó con mucho calor y muchos nervios, quedamos sobre las 16:20 en Sevilla para ir juntos hasta Villanueva, donde llegamos sobre las 17:20. Una vez aparcamos en la explanada cerca de la llegada a meta los nervios afloraron mas de lo deseado, se acercaba el momento de la verdad en el que se mostraría si seríamos capaces de terminar nuestra primera prueba de triatlón cross. El objetivo que teníamos en mente era claro, terminarlo como fuera, ya que, a parte del intenso y sofocante calor que hacía, ni la experiencia ni la escasa preparación previa hacía pensar en algo más ambicioso. El inicio de la prueba estaba planificado para las 19:00 h con lo que tuvimos tiempo suficiente para la recogida de dorsales/chips y la preparación de bicicletas y demás material de la carrera.
A medida que se acercaba el momento de la salida los nervios, lejos de aumentar, se templaron, y las ganas del comienzo de la prueba se hacían enormes. Una vez preparamos los elementos en boxes y fuimos a calentar al lago ya estábamos mas tranquilos y deseando de empezar cuanto antes. Sobre las 19:05 se dio la salida a la prueba masculina, dejando para 5 minutos mas tarde la salida de las féminas. Que decir de la experiencia de nadar compitiendo contra más de 200 personas, nada que ver con cualquier entrenamiento en piscina por muy saturadas que estén las calles de la misma, manotazos, patadas, codazos, en fin, una verdadera batalla de la que lo importante era salir cuanto antes y lo menos cansado posible. Fueron solo 500 metros de nado pero al acabar la sensación de cansancio fue como del doble. Al salir del lago nos esperaban 300 metros de subida a pie hasta llegar a los boxes para la transición. Una vez tomada la bicicleta el primer kilómetro de bajada sirvió para recuperar un poco, pero pronto el camino se hizo duro con la kilométrica subida al santuario de Munigua, una ascensión hacia las ruinas romanas de más de 10 Km con pocos tramos de descanso, un verdadero rompepiernas. Casi desde el principio de la escalada la sensación de agotamiento ya empezó a aparecer, debido a la poca preparación del momento de transición entre el nado y la bici. Poco a poco conseguíamos hacer kilómetros y nos acercábamos al ansiado punto de avituallamiento, el cual recibimos con los brazos abiertos. El camino no era muy técnico pero algunos puntos eran muy complicados debido a los bancos de arena, algo que hizo que se produjeran algunas caídas no esperadas, como le ocurrió al que os escribe. 
Caídas a parte, la exigencia de este tramo nos hizo perder a todos varios puestos en la clasificación general, se ve que era lo que menos entrenamos y en lo que más confiados estábamos, la experiencia nos puso en nuestro sitio, en una prueba de esta categoría no se puede uno confiar, hay que entrenar cada deporte. Tras algo más de una hora en bicicleta y 17 Km después llegaba el momento de la transición hacia la carrera a pie, eran solo 4 Km en llano pero a esas alturas las fuerzas ya empezaban a brillar por su ausencia. Hay que resaltar que a este tramo no pudo llegar nuestro compañero Luis, debido a su descalificación por “fuera de control” en el tramo de bicicleta, achacable a que se paró en varias ocasiones a atender a corredores con problemas. Respecto al tramo de carrera, especialmente duros fueron los primeros 1000 metros, una vez mas la falta de entreno en la transición de la bici a la carrera nos jugó una mala pasada. Toda vez que cogimos el ritmo ya no había quien nos parase a completar nuestro objetivo, que no era otro que terminar la prueba. Cada metro que avanzábamos hacia la meta nos hacía sentir orgullosos de no defraudarnos a nosotros mismos, y demostrarnos que éramos capaces de completar una prueba de este nivel de exigencia. Dado el escaso entrenamiento previo, incluso nulo en algún deporte, de algunos de los integrantes del grupo, el hecho de ocupar las últimas plazas de la clasificación general no demuestra en absoluto el tremendo mérito que se nos debe atribuir. Lo más importante de todo es que se ha abierto el camino hacia un nuevo deporte que va a hacer ampliar nuestro calendario de pruebas en el futuro, ya que pensamos incluir al triatlón como deporte común en nuestro club.
Para terminar queremos mostrar nuestro agradecimiento a toda la organización, al público, al resto de participantes y especialmente a nuestro público particular, que nos dio el apoyo necesario para darlo todo. Esperamos volver el próximo año, si es posible con más aspiraciones pero con las mismas ganas. Un saludo a todos.
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